Del 8 al 26 de junio ocho hermanas y dos novicias coreanas realizaron una intensa misión itinerante llevando la buena noticia a las parroquias de Busan, Ulsan y Kimhae de la diócesis de Busan y en la ciudad de Changwon, de la diócesis de Masan.
Se organizaron muchas actividades para animar a los feligreses, como una dramatización del texto bíblico del hijo pródigo, una oración animada con danzas y la presentación de los medios a través de imágenes.
Mientras las comunidades parroquiales, aisladas por más de dos años por causa del coronavirus, retoman las actividades, acogieron estos apóstoles paulinas con disponibilidad y corazón abierto. La Palabra de Dios es como la lluvia después de una sequía.
Al su regreso las misioneras en la comunidad, compartieron las hermosas experiencias fortalecidas por su presencia y del Señor que estaba en medio de ellos. En esta actividad de evangelización fue muy valorada la presencia y la ayuda de los miembros de la Asociación Cooperadores Paulinos que proporcionaban a los apóstoles alimento espiritual y material, lo que dio aún más fuerza apostólica.
Al final de la experiencia, como mensajeras de Señor, se sembró para que la paz y la alegría de Señor quedaran para siempre en los corazones de las personas encontradas y la Palabra siga corriendo por ciudades y pueblos.