Jesús Maestro,
te ofrezco mi trabajo de difusión
con las mismas intenciones
con que tú proclamaste el evangelio
por los caminos de Palestina:
para gloria del Padre y paz de los hombres.
María, madre, protégeme
y guía todos mis pasos.
San Pablo apóstol, haz que el evangelio
llegue a todos los hombres
y lo acojan con un corazón bien dispuesto.