Un pacto, Señor, te propongo;
perdona mi enorme osadía.
Mís límites yo reconozco:
soy débil y mísero en todo.
Tú eres, en cambio, el camino,
tú eres verdad y eres vida, Señor.
Mira, Jesús, toda mi pobreza:
nada soy ni tengo, y bien lo sabes tú.
Mira, Jesús, toda mi ignorancia:
nada sé ni puedo, y bien lo sabes tú.
Mi vida y mi ser comprometo:
Señor, solo a ti buscaré;
tu gloria, tu amor, tu querer,
la paz de todos los hombres.
Tú dame la ciencia y la fuerza,
carismas de fe y de entrega total.
Gracias, Jesús, muéstrame tu amor
como lo mostraste a Pablo, el apóstol.
Gracias, Jesús, muéstrame tu amor;
siempre con María iré hacia ti.