Para poder seguirte comeremos tu pan:
Tú eres eI camino, la vida y la verdad (bis).
El mundo está lleno de confusión
y el río se lleva el amor.
Los hombres levantan su grito al sol:
¡Dios sea nuestra salvación! (bis).
Es tan egoísta nuestro interés
que sobran todos los demás.
Tú, en cambio, recoges nuestro dolor
y lo llevas hasta el final (bis).
Tu entrega es un canto a la libertad,
tu amor es anuncio del bien,
tu fruto germina en la humanidad,
tu voz nos llama sin cesar (bis).
El pan de la vida que tú nos das
refuerce nuestra voluntad
de andar por la vida con ilusión,
de ser signos de tu verdad (bis).