Desde tu trono, Reina de los cielos,
vuelve tus ojos, llenos de ternura,
hacia tus hijos, que invocan tus favores
y su esperanza ponen siempre en ti.
Tú siembras gozo y luz en nuestras vidas,
tú eres consuelo y paz en el dolor.
Bajo tu amparo, toda nuestra vida,
reina y madre, queremos hoy poner.
María, que Reina eres de Apóstoles,
danos tu fe.
María, maestra y madre nuestra,
danos tu amor.
Enséñanos a dar a Jesucristo,
el camino, la vida y la verdad,
y en él vivir.