HIMNO
Cantemos al Señor con alegría,
unidos al beato Timoteo;
demos gracias a Dios, que es luz y guía,
solícito pastor para su pueblo.
Obediente al mandato del Maestro,
consagrando su vida por el Reino
y adoptando los medios del progreso,
anunció la Palabra al mundo entero.
Conociendo en la fe su fiel presencia,
hambrientos de verdad y luz divina,
sigamos al pastor que es providencia
de pastos abundantes que son vida.
Es la voz del Señor la que nos llama
en la voz del maestro que ha elegido,
es su amor infinito el que nos ama
en la entrega y amor de este otro Cristo.
Apacienta, Señor, guarda a tus hijos,
manda siempre a tu mies trabajadores;
cada aurora, a la puerta del aprisco,
nos aguarde el amor de tus pastores. Amén.
O bien, el himno del Oficio de lectura
SALMODIA
Las antífonas y los salmos, de la feria correspondiente.
LECTURA BREVE
Rm 8, 28-30
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.
RESPONSORIO BREVE
R/. El Señor es justo. * Y ama la justicia. El Señor.
V/. Los buenos verán su rostro. * Y ama la justicia. Gloria al Padre. El Señor.
Magníficat, ant. Vosotros los que lo habéis dejado todo y me habéis seguido, recibiréis cien veces más, y heredaréis la vida eterna.
MAGNÍFICAT Lc 1, 46-55
Alegría del alma en el Señor
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Magníficat, ant. Vosotros los que lo habéis dejado todo y me habéis seguido, recibiréis cien veces más, y heredaréis la vida eterna.
PRECES
Pidamos a Dios Padre, fuente de toda santidad, que, con la intercesión y el ejemplo del beato Timoteo, nos impulse a una vida santa, según nuestro bautismo y nuestra misión paulina, y digamos:
Haznos santos, porque tú, Señor, eres santo.
Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos,
— haz que la Iglesia santa, extendida por los confines de la tierra, cante tus grandezas.
Padre santo, que deseas que vivamos de una manera digna, buscando siempre tu beneplácito,
— ayúdanos a dar fruto de buenas obras a través del uso de los medios de comunicación social.
Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio de Cristo,
— guárdanos en tu nombre, para que todos seamos uno.
Padre santo, que nos convocas al banquete de tu reino,
— haz que alimentados en la mesa de su cuerpo y de su palabra, alcancemos la perfección del amor ofreciéndolos a todos.
Padre santo, perdona a los pecadores sus delitos,
— y admite a nuestros hermanos y hermanas difuntos en tu reino, para que puedan contemplar tu rostro.
Padre nuestro.
ORACIÓN
Oh Dios, que has guiado al beato Timoteo Giaccardo, sacerdote, en la vida y en el apostolado, con la luz de tu Palabra y la fuerza de la Eucaristía: haz que por su intercesión, en la Iglesia y en el mundo, los instrumentos de la comunicación social sean correctamente utilizados para fomentar el bien y contribuyan válidamente en todas partes a la difusión del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.