Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas.
Haz que camine con lealtad,
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.
Las sendas del Señor
son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza
y sus mandatos.
¿Hay alguien que tema al Señor?
El les enseñará el camino escogido,
su alma vivirá feliz,
su descendencia poseerá la tierra.
El Señor se confía con sus fieles
y les da a conocer su alianza.
Tengo los ojos puestos en el Señor,
porque él saca mis pies de la red.