Pan de los ángeles, te hiciste nuestro pan,
diste a los símbolos su plena realidad (bis).
¡Oh qué admirable don: tener como manjar
pobres, siervos, a su Señor!
Oh Dios altísimo, el Trino en unidad,
ven y visítanos en nuestra adoración (bis).
Contigo llévanos hasta la eterna luz
en que sin fin habitas tú. Amén