Invitatorio:
Ave, madre de la Iglesia, maestra y Reina de los Apóstoles. Aleluya, Aleluya.
Ave, madre…
- Establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza (Gén 3,15).
Ave, madre…
- El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios (Lc 1,35).
Ave, madre…
- Y dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre (Lc 2,7).
Ave, madre…
- Este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera
discutida. Y a ti, una espada te traspasará el alma (Lc 2,34-35).
Ave, madre…
- Jesús, viendo a su madre y a su lado al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre (Jn 19,26-27).
Ave, madre…
- Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas María, la madre de Jesús, y con sus hermanos (He 1,14).
Ave, madre…
- La Virgen inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como reina del universo (LG 59).
Ave, madre…
Lectura: He 1,12-14; 2,1-4, etc.
Reflexión
Himno: (pp. 368ss).
p. 313V. Reina de los Apóstoles, aleluya.
R. Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
Ant. Acógenos, Madre, Maestra y Reina nuestra; ruega a tu Hijo, señor de la mies, que envíe trabajadores a su mies. Aleluya (Magníficat, p. 335).
Oremos. Dios todopoderoso, que derramaste el Espíritu Santo sobre los apóstoles, reunidos en oración con María, la madre de Jesús, concédenos, por intercesión de la Virgen, entregarnos fielmente a tu servicio y proclamar la gloria de tu nombre con testimonio de palabra y de vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
p. 314