Invitatorio:
Venid, adoremos a Jesucristo, nuestro único Maestro.
Venid…
- Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (Jn 14,6; 8,12).
Venid…
- Vosotros me llamáis el Maestro y el Señor, y decís bien, porque lo soy. Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis (Jn 13,13-15).
Venid…
- Vosotros no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro Maestro, Cristo, y todos vosotros sois hermanos (Mt 23,8).
Venid…
p. 307- Un discípulo no es más que su maestro, si bien cuando termine su aprendizaje, será como su maestro (Lc 6,40).
Venid…
- Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante (Jn 15,5).
Venid…
- Yo soy el pan de la vida; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo (Jn 6,48-51).
Venid…
- Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará (Mc 16,15-16).
Venid…
Lectura y reflexión (a elección): Mt 23,1-10; Jn 14,1-11; Heb 1,1-16, etc.
Himno: (ver pp. 349ss).
V. Jesús Maestro, camino verdad y vida.
R. Enséñanos el camino de tu verdad y santidad.
Ant. Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad.
Aleluya. (Magníficat, p. 335).
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que has enviado a tu Hijo único como Maestro universal, haz que, asimilando su doctrina, consigamos alcanzar las realidades eternas. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
p. 309