La Eucaristía es el principal medio para vivir en Cristo. Por ella se perpetúa el sacrificio de la cruz. En ella Jesucristo permanece siempre en medio de los hombres y comunica los frutos de su presencia. Por ellos el hombre se une a Jesucristo con su mente, su voluntad y su corazón (cf 1Cor 11,23-24).
Te doy gracias y te alabo, Maestro divino,
que en la última Cena
instituiste este sacramento, misterio de fe,
de amor y de gracia.
Contigo, por ti y en ti, Jesús-eucaristía,
adoro, doy gracias, reparo
y suplico al Padre celestial.
Bendito seas por haber elegido sacerdotes
que presiden, conservan
y distribuyen la eucaristía.
Ellos son tus ministros
y dispensadores de tus misterios.
Quiero vivir una vida eucarística.
Gloria a Dios…
Jesús Maestro…
María, Reina…
Santos Pedro y Pablo…