Jesús buen Pastor, camino, verdad y vida,
mira con bondad a tus ovejas.
Ilumínanos con la sabiduría
de tu Evangelio,
fortalécenos con el testimonio de tu vida,
aliméntanos con la Eucaristía,
llénanos de celo por la gloria de Dios
y la salvación de los hombres.
Queremos reparar las ofensas
que recibes en los pastores de la Iglesia
con la apertura y cooperación
a sus enseñanzas y a sus desvelos,
con la oración y las obras,
de acuerdo con nuestra vocación.
Envía, Jesús Pastor, tu Espíritu,
que acreciente en nosotros la fe,
la esperanza y el amor.
Que nos infunda
el genuino espíritu religioso
y nos conceda la sencillez,
la prudencia, la fortaleza y la templanza
de los apóstoles Pedro y Pablo.
María, madre del buen Pastor,
protégenos para que sepamos imitarte
en la vida espiritual y apostólica
y alcancemos la gloria eterna del cielo.
Amén.