Espíritu Santo,
creador y renovador de todas las cosas,
vida de mi vida.
Con santa María, la Virgen,
te adoro, te doy gracias y te amo.
Tú que eres dador de vida
y vivificas todo el universo,
consérvame la salud;
líbrame de las enfermedades
que la amenazan
y de todos los males que la acosan.
Con la ayuda de tu gracia,
me comprometo
a usar siempre mis fuerzas
para gloria tuya, para mi propio bien
y para servir a los hermanos.
Te pido también que ilumines
con tus dones de ciencia e inteligencia
a los médicos y a todos los que se dedican
al cuidado de los enfermos;
que descubran las verdaderas causas
de las enfermedades
que amenazan la vida,
y encuentren y apliquen los remedios
más eficaces para defenderla y sanarla.
Virgen santísima, madre de la vida
y salud de los enfermos,
a ti confío mi humilde oración.
Dígnate, madre de Dios y madre nuestra,
apoyarla con tu poderosa intercesión.
Amén.