La revisión de vida o examen de conciencia es como una mirada atenta y constante a Jesús Maestro, en perenne contemplación, para imitar sus virtudes, para configurar nuestra persona a la suya, para abrir nuestro espíritu a su presencia en nuestras vidas. Es la actitud del discípulo que tiene la mirada fija en su Maestro, lo escucha, lo sigue y lo acoge.
Es el medio más común y necesario para conocernos a nosotros mismos.
La revisión nos hace vivir en actitud de humildad, de agradecimiento a Dios, de conversión personal y comunitaria y de propósitos serios. Por eso es necesaria para todos.
La revisión de vida o examen de conciencia asume tres formas distintas:
— examen preventivo, que se hace por la mañana en él se renuevan los propósitos, y se establece el programa para toda la jornada;
— examen general, sobre los mandamientos, los consejos evangélicos, las principales virtudes, el trabajo y las obligaciones del propio estado; revisar especialmente el esfuerzo de la voluntad y el espíritu de oración;
— examen particular, sobre los propósitos concretos y sobre el programa de vida espiritual.
En la Familia Paulina, la revisión principal se hace durante la adoración eucarística.
Hay diversos métodos; pero lo esencial es querer hacerla, y que se aplique a la mente, a la voluntad y al corazón, dando gloria a Dios y reconociendo humildemente nuestra indigencia.
La revisión comprende los siguientes momentos:
1. Recogerse en la presencia de Jesús, justo y misericordioso: él tiene en cuenta el bien que hemos hecho y perdona el mal cometido; ofrece la gracia necesaria para el progreso espiritual.
2. Reconocimiento de los éxitos y de los fallos, especialmente en el progreso o retroceso espiritual:
— esfuerzo de la voluntad y oración;
— propósito personal más importante;
— actitudes y deberes de nuestra vida.
3. Espíritu de conversión y agradecimiento amoroso por las gracias recibidas, los logros alcanzados y el bien realizado.
4. Propósitos firmes y confianza en la misericordia de Dios, que nos concede el perdón.
5. Algún acto de abnegación y servicio especial al prójimo y oración, como acto de reparación.
La revisión de vida es una especie de confesión espiritual, hecha directamente ante nuestro Padre, Dios.
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