2018-10-11
Por su cargo de director espiritual y profesor de los seminaristas, le era fácil (al P. Alberione) hablarles de las grandes necesidades de la Iglesia en aquellos primeros años del siglo. Se daba también un conjunto de cosas y de relaciones íntimas con los alumnos, de modo que varios de ellos, en cuanto se abrió la primera casa paulina, pidieron ingresar (AD 107).
