De la invitación de nuestra Iglesia Latinoamericana a ser “Discípulos y Misioneros de Jesucristo…” surge la iniciativa de formar un grupo de adolescentes misioneras, con la expectativa de acompañarlas en la formación cristiana que les permita interrogarse por el sentido de sus vidas, y el seguimiento a Cristo de una manera más comprometida con la Iglesia local.